El control de calidad para la emulsión acrílica es fundamental para asegurar la consistencia y el rendimiento del producto.
Los parámetros clave monitoreados incluyen:
Contenido de sólidos: Verificado mediante análisis gravimétrico para confirmar que el componente no volátil cumple con las especificaciones.
Nivel de pH: Medido utilizando un medidor de pH y ajustado para asegurar la estabilidad y compatibilidad.
Viscosidad: Verificada con un viscosímetro (por ejemplo, Brookfield) para garantizar las propiedades adecuadas de aplicación y manejo.
Tamaño de partícula: Analizado para influir en la formación de la película, la claridad y las propiedades mecánicas.
Estabilidad mecánica: Evaluada mediante agitación de alta cizalladura para confirmar la resistencia de la emulsión a la coagulación.
Además, se realiza una inspección visual para detectar impurezas y pruebas de formación de película. Cualquier desviación de los estándares establecidos activa acciones correctivas para mantener la alta calidad del producto final.