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Conocido como el 'doctor del suelo negro', el gránulo de humato de sodio actúa como una solución versátil para mejorar la salud y la fertilidad del suelo. Funciona reduciendo la actividad de los metales pesados en el suelo a través de la adsorción de iones dañinos. Este proceso ayuda a desintoxicar el suelo y hacerlo más propicio para el crecimiento de las plantas.
CAS: 68131-04-4 HS: 38249999 Estándar: HG/T 3278-2018
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1. Remediación de condiciones de suelo ácido
Para mejorar eficazmente los suelos ácidos, se recomienda aplicar
polvo de humato de sodio a una tasa de 1.500–3.000 kg por hectárea,
con una tasa de aplicación óptima de 2.250 kg/ha. Para obtener los
mejores resultados, incorpore el polvo en el suelo aproximadamente
10 días antes de la siembra.
2. Restauración de suelos alcalinos y alcalinos-salinos
El humato de sodio sirve como un agente eficaz para neutralizar los
compuestos alcalinos en suelos problemáticos. Ayuda en la formación
de agregados estables del suelo y facilita la reducción del
contenido de sal soluble. Las tasas de aplicación recomendadas
oscilan entre 750–2.250 kg por hectárea, dependiendo de la
severidad de la sodicidad medida por el Porcentaje de Sodio
Intercambiable (PSI).
3. Regulación del crecimiento de las plantas y resistencia al
estrés
Ayuda a modular el equilibrio hormonal dentro de las plantas,
particularmente a través del fomento de la síntesis de hormonas
endógenas que apoyan el desarrollo de las raíces. Además, mejora la
resistencia de los cultivos a los factores de estrés ambiental, lo
que conduce a plantas más fuertes y resultados de producción más
confiables.
(1) Aplicación basal
Para la fertilización basal, aplique humato de sodio a una tasa de
600–900 kg por hectárea. Se recomienda colocar el material
directamente en los hoyos de plantación o extenderlo uniformemente
a lo largo de los surcos de siembra, seguido de riego para mejorar
la disolución y la incorporación en el suelo. Este método mejora la
disponibilidad de nutrientes y mejora significativamente el
contenido de materia orgánica del suelo, con efectos más
pronunciados observados en condiciones de humedad constante.
(2) Aplicación de cobertura
Durante las etapas clave de crecimiento, una cobertura de humato de
sodio a 150–600 kg por hectárea puede complementar eficazmente los
nutrientes orgánicos. Se puede aplicar como una solución vertida
alrededor de la zona de la raíz o introducida a través de sistemas
de riego. Este enfoque es particularmente beneficioso para
estimular el desarrollo de los cultivos durante períodos de alta
demanda de nutrientes, como la floración o el crecimiento
vegetativo rápido.
(3) Tratamiento de semillas
Remojo de semillas:
Prepare una solución a una concentración de 0.05%–0.5%. Remoje las
semillas durante 5–24 horas, con duraciones específicas más largas
(por ejemplo, 24 horas) recomendadas para cultivos como el arroz y
el algodón. Este tratamiento mejora la absorción de agua por parte
de las semillas y aumenta las tasas de germinación.
Recubrimiento de semillas:
Para cultivos que requieren una emergencia rápida, mezcle en seco
el polvo de humato de sodio directamente con las semillas antes de
la siembra. Este método apoya el vigor temprano de las plántulas y
mejora la uniformidad durante la germinación.
(4) Pulverización foliar
Solución de pulverización:
Aplique una solución finamente diluida a una concentración de
0.05%–0.1% para evitar quemaduras en las hojas. Es crucial utilizar
gránulos de humato de sodio totalmente solubles en agua para evitar
la obstrucción de las boquillas y garantizar una cobertura
uniforme.
Tiempo y método:
Pulverice de 2 a 3 veces entre las etapas de floración y llenado
temprano de granos. Asegúrese de una cobertura completa de ambas
superficies de las hojas superiores e inferiores para una absorción
óptima de nutrientes. Evite la pulverización bajo la luz solar
intensa o altas temperaturas para minimizar la evaporación y
maximizar la eficacia.