Las propiedades térmicas de la lana aislante se encuentran entre sus características más importantes, lo que la convierte en un material preferido para aplicaciones de fundición.resistencia a altas temperaturas, y una excelente resistencia al choque térmico.

La baja conductividad térmica es una característica clave de la lana aislante, ya que minimiza la pérdida de calor y mejora la eficiencia energética.reduciendo así la transferencia de calor a través de la conducción y la convecciónEsta propiedad es particularmente beneficiosa en los procesos de fundición, donde el mantenimiento de altas temperaturas es esencial para lograr una fusión y fundición uniformes de metales.

La lana aislante también presenta resistencia a altas temperaturas, lo que le permite resistir las temperaturas extremas que se encuentran en los hornos de fundición y cucharas.la lana aislante puede soportar temperaturas que van desde 1260°C hasta 1600°CEsto lo hace adecuado para su uso en varios procesos de fundición, incluida la fundición de hierro, acero y metales no ferrosos.

Otra propiedad térmica crítica de la lana de aislamiento es su resistencia al choque térmico.La lana aislante puede resistir estas fluctuaciones sin agrietarse ni degradarse, garantizando el rendimiento y la durabilidad a largo plazo.

Además de estas propiedades, la lana aislante tiene una baja capacidad de almacenamiento de calor, lo que significa que se calienta y enfría rápidamente.Esto reduce la energía requerida para alcanzar la temperatura deseada y mejora la eficiencia general del proceso de fundición.

En resumen, las propiedades térmicas de la lana aislante la convierten en un material ideal para aplicaciones de fundición.y la resistencia al choque térmico contribuyen a mejorar la eficiencia energética, calidad de fundición constante y costes operativos reducidos.