Los botones acompañan a gente del más temprano de épocas. Los botones más viejos se encuentran en la India y datan de la edad de bronce temprana. El interés en este pequeño accesorio sube en años de floración y de riqueza y disminuciones en tiempos de miseria y de guerras. Estas tendencias alternan hasta el día de hoy.
La “onda verde” o la búsqueda para la eco-amistad y los botones:
En las últimas décadas esfuércese para el consumo principalmente de recursos naturales renovables, que no requieren la transformación industrial compleja, conquistó el mundo y tenía una influencia incluso en el mercado del botón. Hay una preferencia cada vez mayor a los materiales naturales, tales como cuerno, madera, nácar, marfil, corcho, corozo, etc.
Probablemente, todos los de materiales mencionados el corozo es el menos haber sabido o totalmente desconocido a usted.
De hecho, incluso si usted no conoce cuáles es el corozo, usted ha utilizado lo más ciertamente posible los botones del corozo. Están muy extensamente - disponibles, porque el material que se hacen de es barato, de alta calidad, natural, y puede ser procesado y ser coloreado fácilmente.
Cuál es corozo y de donde él viene:
Esto es una palma tropical buena del género Phytelephas, que también se llama “tagua” o “corozo”. Prospera en la selva tropical de Suramérica. Sus frutas grandes ocultan varias semillas que sean más duras que la madera y se embalan en una cáscara bonelike. Debido a su aspecto y a amarillear, resultando de la sol, parece la marfil y ésta es la razón para ser llamado la “marfil vegetal”. Los artesanos locales hacen resultado de esta semejanza y producen a los escultores miniatura maravillosos que son muy populares entre turistas.
Las primeras importaciones de Ecuador en Europa de las nueces del “tagua” datan de finales del siglo XVIII. Fueron negociadas extensivamente y en 1920 más los de 20% de los botones en los Estados Unidos han sido botones del corozo – hechos de esto material.
Casi fue olvidado cuando los plásticos inundaron los mercados después del final de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, así como el nuevo pensamiento ambiental y la demanda para los materiales naturales, la producción masiva de botones de la marfil vegetal se recupera rápidamente.
El material del corozo es prácticamente inagotable. Incluso los árboles no tienen que ser cortados para su cosecha. Simplemente las frutas, caidas a la tierra tienen que ser recogidas. Su pericarpio se utiliza para el pienso, y las semillas se envían a las fábricas del botón y a los estudios de los artistas. Solamente cuando las frutas maduras separan del árbol, son suficientemente maduras y convenientes para procesar.